Aprovecha el Tiempo de Lectura

Seguro has escuchado que inculcar el amor por la lectura en nuestros hijos es muy valioso. Algunos expertos dicen que leer 20 minutos diarios es una inversión para toda la vida. Sin embargo, y a pesar de los muchos beneficios del hábito de la lectura, cuesta trabajo separar este tiempo y saber aprovecharlo de la mejor manera.

En este artículo me gustaría darte algunas ideas de cómo sacarle el mayor jugo posible a este tiempo de lectura y además desarrollar algunas habilidades en los niños.

Analizaremos los siguientes puntos:

• Programa el tiempo de lectura
• Dos maneras de leer
• Tres herramientas
• Un tiempo de silencio

Programa el tiempo de lectura

Todos los días están llenos de actividades, pendientes y distracciones, por ello es difícil encontrar un tiempo para leer con los niños, aún cuando tengas la mejor intensión de hacerlo. Por ello debes programar un tiempo para leer, separa este tiempo y no permitas que nada ni nadie se los quite.  Empieza de «menos a más», primero un par de veces a la semana, luego aumenta la frecuencia hasta lograr hacerlo al menos 5 veces semanales. Algunas familias han logrado tener dos tiempos de lectura por día, uno por la mañana y otro por la tarde.

Una Sinfonía Escrita

Les quiero compartir algo que mi hermana Lorena escribió. Ella estudia Educación Perinatal, esta disciplina capacita a las futuras mamás para tomar decisiones bien informadas y así tener una gestación, parto y postparto seguro, saludable y natural.

El exceso de tecnología, las prisas, la falta de interés, etc., nos impiden observar uno de los acontecimientos más hermosos que hay: la salida de un bebé del vientre materno. Esto que es tan maravilloso, generalmente lo relacionamos con algo doloroso y estresante por lo que no nos gusta hablar, ni pensar en ello.

Sin embargo, el parto es una serie de eventos tan importantes que marcarán de por vida a la mamá y al pequeño ser humano que nace. Esta secuencia de eventos perfectamente calculados y sincronizados son, literalmente, una obra de arte digna del Gran Diseñador, Dios Creador.

Mi hermana Lorena resumió este gran acontecimiento en una bella historia y la comparó con una orquesta, en donde cada sonido tiene su tiempo. La partitura ya está escrita, sólo hay que seguirla. Les dejo la historia:

Una Sinfonía Escrita – La historia del parto

Han pasado más de 8 meses. Él está listo, Ella está lista. Es el comienzo de la historia más hermosa y heroica que vive cada ser humano que pasa por la tierra. Es una historia simple, pero tiene la capacidad de cambiar al mundo entero y su huella es imborrable.

En esta historia hay dos personajes principales: La Madre y su Bebé.  Después de una larga espera, el telón está por abrirse y la música empezará a sonar.

Etapas de Aprendizaje

Como maestra de tus hijos seguramente te has preguntado en muchas ocasiones, “y ahora… ¿qué sigue, qué le enseño?” Tal vez tengas un currículo que te guía, pero quisieras estar más segura del camino que debes seguir para enriquecer su educación.

Existe una guía general que nos ayuda a saber “cuándo enseñar qué”. Esta guía es la mente de tu hijo. Entender cómo funciona su mente y las etapas por las que pasa, te ayudará a: organizar tu enseñanza, hacerla a su medida e inspirarlo a que aprenda por sí mismo.

Etapas de Aprendizaje

La mente es una maquinaria maravillosa que dentro de sus funciones está el procesar la información que percibe a través de los cinco sentidos. Todo el tiempo, la mente está recibiendo una cantidad enorme de información que tiene que filtrar, clasificar y utilizar. Cuando el niño es pequeño recibe una gran cantidad de datos nuevos, con el paso del tiempo madura y sus habilidades mentales se afinan, dando como resultado el buen uso de su mente.

Aunque constantemente la mente del niño recibe, relaciona y usa la información, hay etapas en su vida en que una de estas habilidades se desarrollan más intensamente que otras. Es como si aprendiera a usar específicamente cada una, para que cuando llegue a una edad madura pueda aprovechar mejor la información que recibe.

A este proceso se le llama Etapas de Aprendizaje y consta de tres pasos:

• Conocimiento – recibir información
• Lógica – relacionar los datos
• Retórica – utilizar la información

Para ilustrar mejor estas etapas, se pueden comparar con la construcción de un edificio.

 

 

 

 

 

 

 

¿Cuáles son los Hábitos y por Dónde Empezar?

En los artículos pasados hablamos sobre: qué es un hábito y cómo se forma.

Ahora, analizaremos cuáles hábitos se pueden desarrollar.

Mucha gente piensa que sólo existe un puñado de hábitos: tender la cama, lavarse los dientes, comer saludable, ser ordenado, etc. Pero la realidad es que hay mucho más que un puñado de hábitos y desarrollar estos en tus hijos requerirá varios años de trabajo, dedicación y esfuerzo.

Tipos de hábitos

Existen dos grandes categorías de hábitos:

• Buenos –  conforme al carácter de Dios: ordenado, honesto, diligente, prudente, sabio, manso, paciente, valiente, afable, lógico, atento, etc.
• Malos – contrarios al carácter de Dios: descuidado, flojo, sucio, mentiroso, enojón, necio, etc.

Todo el tiempo los niños están formando hábitos, la pregunta importante es: ¿mi hijo está formando buenos o malos hábitos? Si no desarrollas los buenos hábitos, de todas maneras tu hijo formará hábitos, pero serán los equivocados. Rara vez un niño, por sí solo, puede formar buenos hábitos.

Por el contrario, si hay esfuerzo por desarrollar buenos hábitos, estos los impulsarán toda su vida y permitirán que Dios lo use como instrumento de honra.

Los Buenos Hábitos

Los buenos hábitos son principios, virtudes, cualidades de carácter y habilidades que se vuelven en respuestas automáticas. Por ejemplo, el niño ya no piensa si debe obedecer a su mamá o no, simplemente hace lo que le piden porque está acostumbrado a hacerlo. También puede leer un libro y aprender de él porque tiene el hábito de poner atención y meditar en lo que acaba de leer.

En el siglo XIX, la educadora Charlotte Mason, escribió una lista detallada de buenos hábitos. Hace unos años, Sonya Shafer, creadora de Simply Charlotte Mason, recopiló los hábitos que Charlotte Mason describió y los clasificó en cinco categorías:

1. Propiedad y Decencia – buen trato al prójimo y cuidado del entorno.
2. Mentales – herramientas para poder aprender y saber usar la mente.
3. Morales – hábitos para el alma.
4. Físicos – respuestas automáticas para el cuerpo físico del niño.
5. Piadosos – conocimiento y temor a Dios.

Construye Buenos Hábitos

Para construir buenos hábitos en tus hijos: «nutre su mente, inspira su corazón y anima sus acciones». -Lanaya Gore

¿Cómo se Forma un Hábito?

En el artículo anterior ¿Qué son los Hábitos?, vimos que éstos son el resultado de una acción repetida muchas veces. Son como un “camino en la mente” que al recorrerse continuamente, quedará marcado y formará parte del carácter del niño.

Ahora veremos cómo formamos un buen hábito y para esto hablaremos de:

• Los Actores – quiénes están involucrados en esta tarea.
• Cuatro Claves – qué principios nos ayudarán a tener el resultado deseado.
• Cuatro Etapas – cuáles son los pasos a seguir

Los Actores

Para formar un hábito hay dos personas involucradas: papá/mamá e hijo. Para describir las actividades en este artículo me referiré a la mamá, aunque obviamente el papá también lo puede hacer.

La Mamá

Como mamá sé consciente de que tus actitudes y conductas facilitan o estorban el aprendizaje de tus hijos. Recuerda que tú inspiras a tus hijos, es decir, haces nacer en ellos el deseo de esforzarse y aprender.

¿Qué son los Hábitos?

Introducción

Durante la niñez y la juventud es cuando desarrollamos la mayor parte de nuestros hábitos, y estos son como las vías de un tren, las cuales nos conducirán por la vida. Si las vías son de calidad podremos transitar por la vida con menor fricción y sin salirnos de ellas.

A continuación, escribiré una serie de artículos sobre los hábitos: qué son, cómo se forman y qué hábitos debemos desarrollar en los niños.

Bibliografía:

• Charlotte Mason, Home Education Series
• John S. C. Abbott, Mother at Home
• Las citas Bíblicas son de la versión LBLA.

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¿Qué son los Hábitos?

Alguna vez te has preguntado: ¿Por qué te acomodas de cierta manera en tu cama? o ¿Por qué mantienes tu ropa limpia? o ¿Por qué no prestas atención cuando lees un texto?

Cada una de estas conductas está determinada por un hábito que facilita o entorpece nuestra vida cotidiana.

Un hábito es el resultado de una acción repetida muchas veces que se transforma en un «camino» en el cerebro y en instrucciones para los músculos.

Nuestro Sistema Educativo Tradicional

«Para una selección justa todos tienen que tomar el mismo examen: Porfavor, trepen ese árbol.»

Los Primeros Años

Cuando un niño nace, tiene una cantidad extraordinaria de neuronas que le serviarán para hacer todas las conecciones necesarias para vivir. Con el paso del tiempo muchas morirán, pero muchisimas otras se pondrán a trabajar.

Con esto en mente, se deben aprovechar muy bien estos primeros años, ésta primera etapa, proveyendole las bases para que después él pueda construir. Se calcula que esta etapa es de los 0 a los 9 años, sin olvidar que cada familia y niño es diferente.

¿Qué se enseña en esta etapa?

Podríamos pensar que hay un mundo de cosas que hay que enseñarle, pero existen unos principios que si los entendemos nos darán una guía para saber qué seleccionamos y porqué.

El Lenguaje – ¿Cómo se enseña?

El Lenguaje es la herramienta que Dios nos dio para comunicarnos; para manifestar lo que sentimos y pensamos. Saber usar esta herramienta es saber hablar, leer y escribir bien.

En la educación de un niño el lenguaje es el fundamento sobre el cual se construirá el resto de su aprendizaje, porque si el niño puede:

• hablar y se le entiende, habrá aprendido a desifrar uno de los códigos más complejos. Ahora puede entender su entorno y comunicarse.
• leer sin dificultad, podrá absorber los datos de los diferentes temas sin problema alguno.
• escribir con facilidad podrá expresar el dominio que va adquiriendo en los diferentes temas.

En sus primeros 10 años es cuando el niño absorbe con mayor facilidad los conceptos básicos del lenguaje. Por lo tanto, si el niño lo aprende bien, avanzará con menor dificultad a conceptos más complejos.